El estudio reviste gran relevancia, ya que ofrece una lectura contemporánea sobre la vigencia y proyección futura de dicho plan, en un contexto donde la planificación urbana enfrenta nuevos desafíos vinculados a la sostenibilidad, la escala humana y la integración del paisaje.
El artículo destaca que este trabajo representa el primer esfuerzo sistemático por reunir, ordenar y difundir el expediente técnico original del plan concebido entre 1954 y 1960. En su análisis, los autores revelan una visión de ciudad humanista, basada en la integración de funciones urbanas —habitar, trabajar, cultivar el cuerpo y el espíritu, y circular—, además de situar al paisaje como estructura organizadora del territorio.
Según Berríos y Baeriswyl, el plan de Duhart y Goycoolea no sólo constituyó un avance técnico y conceptual, sino también un acto de cultura y civilidad que posicionó a Concepción a la vanguardia del pensamiento urbano en América Latina.
Los académicos advierten que muchos de los instrumentos de planificación actuales carecen de la dimensión cultural y habitable que caracterizó el enfoque de Duhart. En este sentido, la investigación busca inspirar una reflexión sobre la ciudad contemporánea, revalorizando la escala humana, la sostenibilidad y la integración entre el espacio construido y el paisaje natural.
Finalmente, ambos autores señalan que la publicación invita a repensar la planificación urbana no solo como una herramienta técnica, sino como una práctica cívica orientada a proyectar un futuro más habitable y equitativo para las ciudades chilenas.
