Chile a fines del siglo XVIII era parte de la Corona Española, donde si bien, se habían mostrado progresos en obras públicas, la sociedad colonial atravesaba problemas internos. En primer lugar, los criollos (hijos de españoles nacidos en América) deseaban mayor participación en los asuntos públicos y se sentían excluidos por los peninsulares. Por otro lado, la expulsión de los jesuitas en 1767, además de la burocracia administrativa por parte de la metrópoli, ayudaron a generar descontento entre la población. Empero, nadie expresó la idea de independencia.
En 1808 el emperador Napoleón I invade España y toma como cautivo al rey Fernando VII. Los españoles no aceptaron a los invasores franceses y en contraposición se constituyeron en juntas de gobierno en la península ibérica. Su objetivo era gobernar el reino en ausencia de Fernando VII, medida que sería replicada en sus colonias en América.
En Chile, había fallecido el gobernador Luis Muñoz de Guzmán y asume en su reemplazo Francisco Antonio García Carrasco. Gobernador falto de tacto e involucrado en casos de corrupción, fue resistido por los criollos, llegando al punto de renunciar el 16 de julio de 1810. Asume entonces Don Mateo de Toro y Zambrano, destacado criollo que ostentaba el título de Conde de la Conquista y además poseía una de las mayores fortunas del país.
Los sectores criollos presionaron al nuevo gobernador con el fin de convocar a un Cabildo Abierto, ante la posibilidad de instalar una Junta de Gobierno. Además, sería la instancia para los criollos con el fin de exigir mayores derechos políticos y participación en la vida pública. La presión dio sus frutos, dado que Don Mateo de Toro y Zambrano convocó a un cabildo a las 9 de la mañana del 18 de septiembre de 1810, en el Real Tribunal del Consulado de Santiago de Chile. El edificio fue demolido en la década del veinte del siglo XX, para dar paso a la segunda fase de construcción del Palacio de Tribunales de Justicia de Santiago.
Así entonces el 18 de septiembre fueron citados los vecinos de Santiago, con el fin de abordar el cautiverio de Fernando VII y la posibilidad de un gobierno autónomo en su ausencia. Al iniciarse la sesión, Don Mateo de Toro y Zambrano entregó el mando y tras casi siete horas de debate, se constituyó una Junta de Gobierno Provisoria que administraría el país en ausencia de su majestad.
Aunque nunca se habló de independencia, el cabildo abierto fue el primer paso para nuestra emancipación nacional. Así entonces, desde el 18 de septiembre de 1811, se celebra en nuestro país las Fiestas Patrias, como recuerdo de aquella jornada en que Chile formó un gobierno autónomo de la metrópoli española.
¡La Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño les desea Felices Fiestas Patrias!
Fuente Información Memoria Chilena.