El arquitecto Dr. Cristián Berríos Flores, académico del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura, colaboró en la presente publicación de Diario La Estrella, donde se releva su investigación sobre el legado del arquitecto Emilio Duhart y su propuesta urbanística para la ciudad de Concepción.
Noticia redactada por Pablo Martínez Tizka, periodista de Diario La Estrella de Concepción.

 

El legado del arquitecto Emilio Duhart tiene un significado profundo para la Región del Biobío y, especialmente, para la ciudad de Concepción. Responsable de la ampliación del campus de la Universidad de Concepción y de obras emblemáticas como el Foro y la Biblioteca Central, su influencia ha trascendido lo material. Hoy, su visión sigue viva gracias al trabajo de arquitectos que investigan y difunden su pensamiento, proyectándolo hacia los desafíos contemporáneos.

Uno de ellos es el arquitecto y académico de la Universidad del Bío-Bío, Cristián Berríos, quien realizó su tesis doctoral sobre Duhart y su obra en la UdeC, trabajo que posteriormente dio origen a un libro reconocido por su aporte. Más adelante, inició una investigación posdoctoral en la Pontificia Universidad Católica de Chile, centrada en el Plan Regulador de Concepción 1960–1980.

Posteriormente, inició una investigación posdoctoral en la Pontificia Universidad Católica de Chile, centrada en el Plan Regulador de Concepción 1960–1980.

Berríos señaló que:

Empecé a indagar sobre el plan regulador porque había muy poca información. Solo existían un par de publicaciones en revistas de la época y algunos artículos de Roberto Goycoolea Infante, quien fue socio de Duhart en Concepción. Me propuse entonces reunir todos los documentos dispersos y formalizar la investigación”, relata Berríos.
Cristián Berríos

En agosto de 1960, se expusieron en la Escuela de Derecho de la UdeC un total de 36 láminas, compuestas por 42 planos, a modo de expediente técnico del plan. “Estas láminas las logré obtener desde diversas fuentes institucionales y privadas. Una de las más relevantes fue la del arquitecto Sergio Baeriswyl, quien me cedió ocho planos”, comenta.

El Plan Regulador de Concepción fue proyectado para el período 1960–1980 y, según Berríos, fue impulsado por una de las mejores alcaldesas de la ciudad: Ester Roa Rebolledo. “Ella tuvo una gran visión de mejoramiento urbano integral para Concepción”, destaca.

¿Qué ciudad pensaba Duhart?

Berríos explica que Duhart propuso un límite urbano claro para contener el crecimiento y promover una densidad adecuada que asegurara vitalidad y cohesión social. Dentro de ese límite, planteó una estructura vial que organizaba la ciudad en barrios interconectados, reconociendo y potenciando sus características geográficas.

En el centro, se delimitaba con claridad el “corazón” de la ciudad, entendido como el lugar de mayor concentración de personas y actividades: trabajo, vivienda y esparcimiento, con el objetivo de mantener una ciudad activa las 24 horas del día.

El plan regulador proponía, para los sectores definidos por las calles Lincoyán, Tucapel, Maipú y San Martín, una altura máxima de 12 pisos, mientras que en otras áreas se promovía una edificación de entre 4 y 5 pisos, organizadas en unidades vecinales con viviendas y equipamientos públicos. “Es decir, servicios básicos al alcance de la comunidad”, afirma.

Para Berríos, esta concepción antecede a modelos urbanos contemporáneos como las supermanzanas de Barcelona: “Eso ya lo pensaba Emilio Duhart en Concepción en 1960”.

Imagen: Fuente libro monográfico sobre Emilio Duhart escrito por Alberto Montealegre. Cedida por el académico Dr. Cristián Berríos.

Una circunvalación verde 

Otro concepto innovador fue la creación de una circunvalación verde. El plan proponía articular el paseo peatonal, el campus universitario y la laguna Las Tres Pascualas mediante un parque urbano a lo largo de calle Janequeo; conectar Manuel Rodríguez con el cerro Chepe; proyectar una gran costanera en la ribera norte del río Biobío; y vincular el Parque Ecuador con estos recorridos. “En definitiva, promovía una circunvalación verde dentro del anillo perimetral de la ciudad”, señala.

El quiebre del proyecto urbano

¿Por qué no continuó este plan más allá de 1980? Berríos responde: “Tuvo vigencia entre 1960 y 1978. Ese año, con el nuevo modelo económico, se derogaron los planes reguladores en Chile bajo la premisa de que el suelo no era un bien escaso y que el mercado debía regular el crecimiento urbano. Eso afectó profundamente la noción de ciudad como bien común, y sus consecuencias persisten hasta hoy”.

A modo de reflexión, concluye: “El foco central de una ciudad deben ser las personas. Sin embargo, esto se extravió en nombre de un supuesto progreso económico. El desafío actual es encontrar un equilibrio entre la inversión inmobiliaria, la cohesión social y el desarrollo cultural. Por eso creo que los criterios de Duhart pueden servir de referencia para una nueva propuesta urbana para Concepción, que sin duda necesita un nuevo plan regulador acorde a las necesidades actuales”.