El Taller de Arquitectura II, Sección 4, de la Escuela de Arquitectura inició el segundo semestre con el concurso académico “Paraderos como artefactos urbanocallejeros multifuncionales”. La actividad invitó a reflexionar sobre el papel de los espacios públicos y sobre cómo un elemento cotidiano, como el paradero, puede transformarse en un dispositivo con nuevas funciones y significados. La  actividad, efectuada en la Sala de Obra del Colegio de Arquitectos de Chile, Delegación Zonal Concepción, estuvo a cargo del cuerpo docente integrado por Paula Brito y Leonardo Agurto del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura, respectivamente. En la inauguración también participaron Claudia King, Carlos Coronado, Pierina y Valentina Chandía, junto a la ayudante Eliana Fuenzalida y un grupo de estudiantes: Pía Rincón, Maite Scheihing, Mara Roa, Fernanda Yáñez, Renata Martínez, Catalina Varela, Josefa Muñoz, Catalina Roa, Isidora Sanhueza Osorio, Valentina Rebolledo y Benjamín Roa, además del estudiantado de otros talleres: Alonso Monsalve, Constanza Bravo y Daniela Sánchez.

La ceremonia contó con la presencia de la Sra. Fabiola Godoy, arquitecta del Equipo de Proyectos Urbanos y Ciudad del Departamento Técnico SERVIU Biobío, y de la Sra. Mónica Parada, Ingeniera Civil y Encargada Regional de SECTRA Biobío. Ambas destacaron la pertinencia del ejercicio académico, valorando su contribución a la formación profesional en arquitectura y a la planificación de la ciudad. Estas instituciones externas —SERVIU Región del Biobío y SECTRA Biobío— fueron claves en la vinculación con el medio, aportando una mirada profesional sobre la relevancia de los paraderos para la vida urbana.

Durante doce días, los equipos trabajaron en el diseño de prototipos de paraderos concebidos como dispositivos urbanos efímeros o semitemporales, que debían ir más allá de la función de refugio e integrar usos complementarios como conectividad digital, generación de energía, cultivo urbano, soberanía alimentaria y protección climática. Asimismo, se incentivó la utilización de materiales reciclables, modulares y de bajo impacto ambiental, adecuados a las condiciones de Concepción.

El jurado subrayó la creatividad, la multifuncionalidad, la viabilidad constructiva, la incorporación de energías renovables y la propuesta cultural y ambiental expresada en murales y elementos artísticos. Como resultado, se otorgaron tres primeros lugares y tres menciones honrosas.

Las maquetas y láminas demostraron la capacidad del estudiantado para generar soluciones urbanas innovadoras, replicables y sensibles al contexto local. La exposición permaneció abierta hasta el 22 de septiembre y luego circulará por distintos espacios urbanos de Concepción, acercando estas ideas a la comunidad.

De este modo, el Taller II Sección 4 reafirma la importancia de entender la arquitectura no sólo como diseño de objetos, sino como un medio para crear experiencias urbanas inclusivas, sostenibles y comprometidas con las personas y el territorio.

Mara Roa, estudiante y quien integró el proyecto expresó; 

“Como estudiante de primer año, participar en este proyecto fue una experiencia enriquecedora y desafiante. Ver nuestras propuestas expuestas en la Sala de Obra del Colegio de Arquitectos se sintió como un logro importante. El proceso nos ayudó a trabajar con mayor autonomía y a tomar decisiones propias. Ser parte de esta muestra fue significativo, porque permitió que el profesorado, familias y la comunidad conocieran lo que hacemos y valoran nuestros avances”
Mara Roa