El ciclo de conversaciones abordó desde diferentes miradas los desafíos de la ciudad frente a la emergencia sanitaria, los cambios de paradigma y los aprendizajes para su planificación. Tuvo como finalidad abrir un debate público y una reflexión, acerca de los posibles efectos del COVID-19 en la vida de las urbes, durante la emergencia sanitaria y las lecciones que se pueden extraer de esta insospechada pandemia.
En la actividad participó el presidente del CNDU y académico de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Bío-Bío, Sergio Baeriswyl. Expresó que el objetivo de la actividad fue reflexionar en el contexto de la crisis sanitaria que vive nuestro país y profundizar en aquellas materias relacionadas en la cuales la ciudad juega un rol importante.
Añade que, en medio de esta nueva realidad, se reconoce que la vulnerabilidad urbana puede ser un vector importante de propagación. A partir de lo anterior nos pareció pertinente revisar con distintas disciplinas, invitando a 26 expositores(as) de las más diversas instituciones a compartir sus reflexiones. A partir de la información recopilada en el foro, se pretende construir un conjunto de recomendaciones en materia de ciudad, para entregar al poder ejecutivo y de esta manera ser un aporte para enfrentar la crisis.
Respecto a la asistencia a las jornadas, el académico Sergio Baeriswyl manifestó su satisfacción por los más de 1300 inscritos, lo que habla del interés de abordar temas de ciudad. Tuvimos una audiencia muy diversa que no ayuda a tener una mayor proximidad y mejor diagnóstico de la realidad.
A juicio del presidente del CNDU, se destacan aspectos que pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas frente a la propagación del Covid_19, que se abordó en el conversatorio. Entre estos factores surgen los problemas de desigualdad, hacinamiento, campamentos precarios y déficit habitacional entre otros. Otros aspectos de preocupación, se visualizan en las brechas de movilidad y el acceso a servicios tan básicos como el agua.
Finalmente expresó su preocupación por la brecha digital, la que puede ser otro factor de relevante, puesto que hay personas que no pueden efectuar teletrabajo o telestudio. Lo anterior asegura, porque no tienen las condiciones para estudiar o trabajar de manera virtual. Esta brecha se transforma en un factor de desigualdad que afecta a los grupos más vulnerables y que puede extenderse por todo el tiempo que dure la pandemia, para algunos hasta el año 2022.