La historia de Concepción, una de las ciudades más emblemáticas de Chile, no puede ser contada en su totalidad sin mencionar la figura de Ester Roa Rebolledo, quien se erigió como la primera alcaldesa de esta comuna entre los años 1958 y 1963. Este periodo estuvo marcado por desafíos y cambios significativos tanto a nivel local como nacional, y la gestión de Ester Roa se consolidó como un testimonio de liderazgo y compromiso con el desarrollo urbano y social de la ciudad.
Desde su asunción como alcaldesa, Ester Roa se dedicó a la mejora de las condiciones de vida en Concepción. Reconociendo la importancia de un entorno urbano que fuera no solo funcional, sino también estéticamente agradable, se convirtió en una ferviente promotora de proyectos de infraestructura. Su enfoque incluyó desde la iluminación y las instalaciones sanitarias hasta la creación de espacios públicos, siempre con la premisa de que el embellecimiento de la ciudad debía ser un esfuerzo colectivo que involucrara a todos sus habitantes. Esta visión integradora fomentó un sentido de pertenencia y responsabilidad ciudadana hacia el entorno construido.
Uno de los logros más significativos de su gestión fue la colaboración con el prestigioso arquitecto Emilio Duhart, encargado de redactar el Plan Regulador de Concepción para el periodo 1960-1980. Este plan se convirtió en un referente en la planificación urbana chilena, ya que abordó de manera sistemática y visionaria las necesidades de una ciudad en constante crecimiento. Bajo el liderazgo de Ester Roa, el plan promovió la integración de espacios verdes, la preservación del patrimonio arquitectónico y la creación de áreas de esparcimiento, todo en una línea que anticipaba conceptos contemporáneos de urbanismo como la “Ciudad de 15 minutos”.
El legado más perdurable de Ester Roa se materializa en la gestión para el diseño y la construcción del Estadio Municipal, que honra su nombre. Sin embargo, es esencial revalorizar su impulso decidido por renovar la ciudad y organizar su crecimiento futuro mediante una planificación innovadora. Su gestión coincide con el auge cultural, social y económico de Concepción, promoviendo la ciudad como un centro vibrante de desarrollo artístico, marcado por las destacadas Escuelas de Verano de la Universidad de Concepción.
El legado de Ester Roa Rebolledo trasciende su gestión como alcaldesa, pues su esfuerzo por el embellecimiento de Concepción se refleja en la mejoría de la calidad de vida de sus habitantes, su preocupación por los más desposeídos, así como en la recuperación de los espacios públicos y la consolidación de la ciudad como un referente cultural. Su visión integral y su colaboración con uno de los arquitectos más destacados de América Latina liberaron el potencial de Concepción, asegurando así un legado que perdura hasta nuestros días.