El equipo también lo integran Patricia Soto Gutiérrez Antropóloga social, Carolina Chandia Hidalgo Trabajadora Social y Carolina Giacaman Becerra Administradora en ecoturismo. Sobre la finalidad del proyecto, su director Joan Molina explica que consiste en caracterizar y poner en valor el legado patrimonial de un tramo del ramal Chillán – Recinto, específicamente desde la Estación Esperanza hasta la Estación Recinto.
Su origen se remonta hace cinco años, instancia en que junto a un primo etnomusicólogo Ángel Martínez, han desarrollado investigaciones sobre las huellas de este ramal, quienes recorrieron casi cada palmo de tierra, comparando material cartográfico y antiguas fotografías tomadas por pasajeros del otrora “Tren Chico”, previo al año 1957. Para que pudieran entender el contexto por donde transitó el tren, fue necesario interactuar con lugareños y antiguos funcionarios de ferrocarriles que abordaron alguna vez “el trencito”. En base a estos relatos, con toda esa narrativa del paso del tren por esa localidad, lo que hacen transmutar a otra época -“La edad de oro”.
Sobre las dificultades que se presentaron en el proyecto, Joan Molina expresa que una de los problemas era haber reconocido los puntos por donde pasaba la vía férrea. Se determinó distintos componentes del territorio y el paisaje de los cuales tuvimos que aprender a identificar y decodificar. Tales como las toponimias que antes nombraban lugareños y trabajadores ferroviarios y que hoy algunas han quedado reducidas, tal como Estación Terminal el Recinto, hoy llamado Recinto.
Sobre las implicancias del proyecto, su director enfatiza que será una revivificación y anhelo social e histórico cultural que marcará un precedente en la Región de Ñuble; “La implicancia para ellos siempre ha sido muy importante, ya que sus antepasados y algunos que aún viven fueron testigos de este gran acontecimiento que duró aproximadamente más de cuatro décadas” finaliza.
Cabe consignar que, sobre otros proyectos, en la modalidad Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural resultaron ganadores los proyectos “Bibliotecas públicas de Ñuble, un encuentro con la memoria, la identidad y el patrimonio local”, “La memoria obstinada de Ranguelmo: Vidas y Patrimonios en torno al ferrocarril y ramal entre Ñuble y el Biobío” y “Patrimonio moderno en Chillán: El Terremoto de 1939 y el proceso de reconstrucción”.