El miércoles 13 de marzo se realizó el lanzamiento del libro “La rebelión de los discapacitados” de RIL Editores, escrito por la autora Mg. Gilda Espinoza Valenzuela, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de nuestra casa de estudios. La actividad, efectuada en el auditorio del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de nuestra casa de estudios, contó con las presentaciones de Eduardo Herrera, terapeuta ocupacional y del decano de nuestra facultad Mg. Roberto Burdiles Allende. 

Al respecto, el decano Mg. Roberto Burdiles Allende efectuó un análisis de la obra de la académica, en donde destacó que la autora aborda los ciclos contrapuestos de los dramas que cada cierto tiempo vive la humanidad. La dicotomía bipolar entre el bien y el mal, la lucha por los derechos a la salud y educación de las clases oprimidas y desplazadas como son los discapacitados.

Compartimos registro de presentación, vía Fan Page del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental UBB

A continuación, compartimos el texto íntegro de la presentación, leído por el decano Roberto Burdiles Allende, en el marco de la presentación del libro “ La rebelión de los discapacitados”

Presentación:

Buenas tardes a todas y a todos.  Es una alegría compartir este momento, ser parte de la presentación de, este, su cuarto libro en su prolífera serie desarrollada en estos 5 últimos años y también es una incertidumbre que me ha costado descifrar, esta decisión de Gilda. Esto, ya es un tremendo orgullo, y a su vez, un gran signo de interrogación que ya les compartiré durante la presentación a la conclusión que finalmente he arribado.

LA REBELIÓN DE LOS DISCAPACITADOS, como bien resume Marcelo Careaga en el Prólogo, se trata de “una novela del género literario de la escritura de protesta, que en las tendencias postmodernas se identifican, entre otras corrientes, el realismo mágico, el teatro de lo absurdo y la literatura de protesta: corrientes que rompieron con la narrativa realista del siglo XIX y con el individualismo subjetivista de la modernidad. En la literatura de protesta, en este caso, la autora se posiciona desde una actitud crítica y de denuncia frente a la sociedad que se cierra frente a sus demandas. Ya no hay un posicionamiento desde el romanticismo ni desde una visión onírica de la vida, es una postura radical asumida desde la discapacidad que se vive en un mundo ajeno, como las personas a quienes está dedicado este libro. Lo que hay es asombro y rebeldía, gestos que se manifiestan sin filtros, con dolor, para el recogimiento y la reacción de los demás. Hay intención de movilizar conciencias. El libro se desarrolla por capítulos, como queriendo dejar estancos claramente diferenciados, para que los lectores identifiquen con meridiana claridad el mensaje de cada cual”.

Los manuscritos, como ven, son un vehículo mensajero, son el medio mediante el cual su autora instala un tema a manera de propuesta, acción que cobra sentido cuando su visión entra en complicidad con la curiosidad de quien lee. 

Lo primero que se me vino a la mente al recibir este encargo, fue leer con la necesaria distancia, que me permitiera tratar de ser objetivo en la presentación, de manera crítica, y que compartiera con ustedes mi percepción acerca del resultado que nos entrega esta novela.

La novela tiene 12 capítulos y transcurre a partir de viajes desde el presente, en la máquina del tiempo -el ascensor del Departamento de Ingeniería Literaria- al futuro, específicamente a la nueva era del 2040, luego de la hecatombe nuclear de los 3 días y la instalación de un nuevo orden mundial, que más que nuevo, es la consolidación del actual modelo, que encuentra su mejor manera en las corporaciones como modelo de organización social. Es una época donde coexisten las bio-máquinas -seres perfectos, altamente productivos, eficientes, competitivos, superiores, físicamente perfectos, pero poco empáticos y sin habilidades emocionales desarrolladas-, con los nuevos-humanos: -seres inferiores, improductivos, imperfectos, con discapacidades y falta de eficiencia-, que habitan en una cúpula y son gobernados, como decía precedentemente, por una nueva forma de organización llamada Corporación. 

La aparición de un virus, experimentado en el laboratorio del Dr. Mario Núñez en la Universidad de Nonguén, en el presente, se sale de control y luego de desarrollarse en el tiempo se fue a manifestar en la nueva era afectando a las bio-máquinas, provocando una enfermedad progresiva y letal llamada neofustración. Sin embargo, las personas con discapacidad eran inmunes al virus, gracias a la marca epigenética –rastro del fenotipo-, contenida en su información de ADN. Ellos, como describía precedentemente, conservaban la capacidad de emocionarse sentir alegría, tristeza, amor. En cambio, las bio-máquinas que eran seres predominantes y despreciativos con las personas con discapacidad, porque se les consideraban improductivos en un sistema capacitista. Una bio-máquina, Daniel, fue capaz de desarrollar sentimientos, sintiendo con más fuerza el amor, la tristeza, la alegría. Desarrollando el cultivo de una espiritualidad libre, de las artes, la música y las letras permitiendo un desarrollo excepcional de lo humano.

Como bien apunta Marcelo Careaga “En el mundo del futuro habitaba la última cuota de esperanza, donde la máquina del tiempo es regaladora de esperanzas”.

Es una historia que se hace cargo de los ciclos contrapuestos de los dramas que cada cierto tiempo vive la humanidad. En este mundo futurista se expresa, una vez más, la eterna lucha y dicotomía bipolar entre el bien y el mal, la lucha por los derechos a la salud y educación de las clases oprimidas y desplazadas como son los discapacitados. Me recuerda la referencia a la novela La policía de la memoria, de la escritora japonesa Yoko Ogawa, que hace Byung Chul Han en el prólogo del libro “No-Cosas”. Ogawa habla de una isla “Unos extraños sucesos intranquilizan a los habitantes de la isla. Inexplicablemente, desaparecen cosas luego irrecuperables. Cosas aromáticas, rutilantes, resplandecientes, maravillosas: lazos para el cabello, sombreros, perfumes, cascabeles, esmeraldas, sellos y hasta rosas y pájaros. Los habitantes ya no saben para qué servían todas estas cosas.

Yoko Ogawa describe en su novela un régimen totalitario que destierra cosas y recuerdos de la sociedad con la ayuda de una policía de la memoria.

Los habitantes que guardan recuerdos en secreto son arrestados. Incluso la madre de la protagonista, que evita que desaparezcan las cosas amenazadas en una cómoda secreta, es perseguida y asesinada por la policía de la memoria.

La policía de la memoria puede leerse en analogía con nuestra actualidad. También hoy desaparecen continuamente las cosas sin que nos demos cuenta.

Esta tarea, me acompañó durante todo el verano, en los momentos de lectura, de reflexión contemplativa, de introspección, de balance y agradecimientos sobre lo que nos dejó el año 2023, y también, debo confesar, durante algún momento de insomnio de amanecida (Claudia es mi testigo).

Fue entonces, intentando dilucidar este acertijo que me puso Gilda, cuando se me ocurrió una vía alternativa de análisis. Ya no centrarme sólo en el manuscrito descrito precedentemente, en su condición de vehículo comunicante, sino que ir un poco más allá y tratar de escalar, de entender a su autora, de interpretar, sus mensajes y recados encubiertos bajo forma de novela y compartir con ustedes aquello que en mi despertó esta lectura.

De esta manera, Gilda no lo sabe, me propuse hacer una descripción libre de su autora a través de cuatro dimensiones que he identificado en la novela -para mi significativas, pues hay muchas otras escondidas detrás de sus paisajes creados-, y me parecen relevantes a la hora de presentarla. Inmannuel Kant (1724-1804) afirmaba que “las cosas no las vemos como son, sino que las vemos como somos” y la filosofía moderna define que existen tantas realidades como aquellos que la observan. Todo depende de los hábitos de pensamiento, que van ensanchando la carretera neuronal se vuelven tendencia de pensamiento.

Gilda y la academia

A través de la novela, que me recuerdan algunas películas, como “La Guerra de las Galaxias” o “Volver al Futuro” y/o “Her”, es posible advertir su preparación intelectual, condición que le permite construir y desarrollar tesis en torno a temas como: el origen de un virus, o la información genética del ADN y la marca epigenética y el rastro del fenotipo, las secuencias numéricas en la programación del ascensor transformándolo en una máquina del tiempo, como aislar campos magnéticos que anulan las señales, incursionar en el ámbito del urbanismo y la arquitectura, etc.  Esto no sería posible si no fuese por su adiestramiento intelectual que la ha capacitado para producir artículos indexados y su profundo conocimiento disciplinar.

Estar hablando aquí frente a ustedes, me recuerda la anécdota que contaba Albert Einstein, que quizás muchos de ustedes deban conocer. Sucede aquella vez le preguntaron quién es el hombre más inteligente del planeta. Su respuesta fue sorpresiva: 

Mi chofer. Resulta que, de camino a una conferencia, muy cansado, mi chofer que había escuchado mi charla tantas veces, se ofreció a darla en mi lugar. Así que intercambiamos de ropa y el subió al escenario. En aquellos tiempos, sin redes sociales, la gente sabía de Einstein, pero no lo conocían físicamente. El chofer dio la charla sin problemas. Pero al final, un periodista le hizo una pregunta muy compleja en relación a la teoría de la relatividad. Sin perder la compostura, el chofer respondió: “Esa pregunta es tan sencilla, que, hasta mi chofer ahí en primera fila es capaz de responderla”. Einstein, subió al escenario y respondió con tal maestría que nadie se atrevió a hacer otra pregunta. Esta anécdota nos enseña que ser un genio va más allá del conocimiento. Es saber innovar, adaptarse y valorar a los semejantes, como lo ha hecho Gilda.

Después de leer la novela de Gilda, intentar entrar al ascensor del tiempo sin éxito, y sólo recordar esta anécdota sin tener la posibilidad de su veracidad a Einstein, he entendido porqué estoy sentado en este lugar.

…Yo debo ser el “chofer” …

Gilda y el arte

Algo clave para desarrollar nuestra aproximación sistemática al arte, está en la forma que miramos nuestro entorno -hacia dentro y/o hacia afuera-, junto con la buena utilización del lenguaje y la acción que tienen las palabras en el buen vivir. 

Respecto a lo primero, en el transcurso de la novela, redactada a partir de todo lo que Gilda, como autora, relata de este viaje al futuro, se advierten 3 formas de mirar la realidad en este viaje:

1 una mirada crítica que observa: que es aquella que no enjuicia, es aquella profunda que indaga y observa, como lo hace el investigador, que se atreve a conocer lo desconocido y descubrir nuevas relaciones que ayuden a superar nuestros propios límites. 

2 una mirada amplia que relaciona: esa mirada desprejuiciada, para entender el entorno, la mirada que descifra esa relación oculta entre las cosas. En arquitectura, por ejemplo, se nos enseña a observar para comprender la relación entre el espacio y los aconteceres del ser que lo habita.

3 una mirada atemporal que proyecta: que es aquella mirada que es capaz de establecer la relación temporo espacial de nuestras acciones, entendida como causa y efecto de los actos del individuo y/o del colectivo.

Damos por hecho que todo el mundo ve, pero la inmensa mayoría es invidente y que mucha gente no pude oír siquiera la música, ni la voz de sus hijos y/o padres, “¿será una discapacidad de tipo emocional?”.

También, en esta línea, y complementario al sentido de la visión, cuando se trata de relaciones interpersonales, lo son, también, el habla y las palabras que utilizamos y la forma en que las expresamos. Ellas, además de la función de comunicar, tienen el poder de mantener nuestro equilibrio en el estar con nosotros mismos, con nuestros semejantes y el entorno o bien de complejizar estas relaciones hasta construir una nueva Torre de Babel en permanente conflicto. 

Goethe, filósofo alemán, en este mismo sentido, se preguntaba: “¿Qué es más glorioso que el oro? “¡La Luz! “ 

Y ¿qué es más vivificante que la Luz?” ¡La conversación!” 

Por ello, debemos intentar que nuestra forma de comunicarnos sea con cordialidad y afecto, incluso en los momentos más difíciles de nuestra existencia. En algún medio, escuché, como el psicólogo americano William James se refería a esto diciendo …” eres tú con tu forma de hablar cuando te caes, el que determina si te has caído en un hoyo de la vereda o en una tumba” … 

Gilda y la discapacidad

Gilda, pone de manifiesto este tema en esta novela, de manera ejemplar, reivindicando y recordando la discapacidad. Trata las diferencias y se detiene en, como la consideración de las personas pueden ayudar a enriquecer nuestra diversidad. Probablemente si existe una discapacidad, esta es moral y/o ética, que, con nuestras propias limitaciones, nos privamos de todos los talentos que una persona mal llamada discapacitada puede ofrecer a nuestro crecimiento. Solo se trata de otra forma de contribuir al desarrollo de la humanidad.

Según Allan Kaplan, en su libro Artistas de lo invisible, refiriéndose al pensar maquinista de nuestra modernidad, afirma que “El problema reside en las profundidades, en la forma esencial por medio de la cual abordamos el mundo. El siglo XX testimonió el nacimiento del dominio de un modo particular de pensamiento -aquel que está directamente ligado al control y a la manipulación de la materia-, y por haber tenido tanto éxito en el uso que hacemos del mundo material que existe fuera de nosotros mismos, el modo de pensar que sustenta ese uso se ha considerado el modo legítimo de encarar el mundo. Acabó transformándose en un hecho consumado. 

Sin embargo, sólo porque un modo específico funciona con ciertos fenómenos no significa que él sea universal; no significa que todos los fenómenos deban ser considerados de la misma forma. En el ámbito social, este tipo de pensamiento, que intenta reducir la complejidad a partes o componentes simplificados, para entonces controlarlos, ha demostrado pocos beneficios y hasta poca sensatez.”

La forma en que nuestra sociedad aborda la discapacidad es la misma que la aborda nuestro lugar de trabajo o el vecindario. Es, en su doble dimensión, macro cósmica -el país, la ciudad, nuestra universidad- y micro cósmica -nuestra unidad, nuestro círculo de amigos, nuestra familia-. Donde allá no sucede nada diferente a lo que sucede aquí dentro. Debemos estar agradecidos de Gilda por su lucha permanente, sostenida por los derechos de los segregados y que brillante manera de hacerlo, desde el arte.

A propósito de ello, los entendidos, apuntan que, al cultivar la gratitud, produce algo en el sistema nervioso, que afecta el equilibrio del organismo de las personas. Se regulan mejor nuestros padecimientos, ayuda a regular mejor la presión arterial, los niveles de azúcar en la diabetes, el colesterol en nuestras arterias etc. Se desprende que cuando el ser humano vive en gratitud, tiende a estar más sano que cuando está en la queja permanente. Comentan que hay una estrategia, que consiste en recordar 3 o 4 cosas por las que sientes agradecimiento antes de dormir, no como un ejercicio meramente intelectual, sino que, en una experiencia cargada de sensaciones, verás cómo influye en el tu equilibrio físico-emocional al día siguiente. Damos por hecho que todo el mundo ve, pero la inmensa mayoría es invidente y que mucha gente no pude oír la música ni la voz de sus hijos y/o padres, “¿será una discapacidad emocional?”.

Debemos poner atención, no de lo que nos falta, sino, de lo mucho que tenemos. Cuando te levantas feliz y agradecido cada día, estaremos consciente que la gratitud es una forma de ser y estar en la vida, que no solo hace que estemos mejor internamente, del punto de vista afectivo, sino que además ello tiene un impacto clarísimo en la salud. No veo otra explicación para tratar de entender a Gilda y esa energía, entusiasmo alegría y gratitud con la vida.

 

Gilda y la humanidad

Es interesante, como en 2 oportunidades sus valores y comportamiento ético en el transcurso de la novela se vio puesta a prueba al tener la oportunidad de intervenir en su origen y alterar el devenir de los hechos para bien de la humanidad.

Hoy en día hay, parece que debemos tener una enorme valentía para moverse demostrando felicidad y entusiasmo por la vida, sencillamente por celebrar que estamos vivos. Todo el mundo pensaría que se sacó el Kino, porque si no para que vas a estar tan contento. La felicidad y el entusiasmo –que observamos en Gilda-, hoy están profundamente castigados en nuestro mundo contemporáneo -siempre nos dicen “la risa abunda en la boca de los tontos”- y así se expresa también en el futuro descrito en la novela. Al final, esa luz interior que encontramos en los seres humanos y que se expresa como alegría y entusiasmo se va apagando simplemente, por la frustración personal y/o para ser aceptado por nuestro entorno. 

Por otro lado, la descripción desoladora y postapocalíptica de la novela, nos recuerda las reflexiones de Blaze Pascal, filósofo francés, en el siglo 17: …”he descubierto el origen de la infelicidad del ser humano, su incapacidad de mantenerse solo en una habitación”…. Se han hecho estudios, donde las personas han preferido recibir algún tipo de flagelo a cambio de no estar solos en su habitación

Si nos damos cuenta, hoy en día, la sociedad requiere de un alto nivel de estímulos, de eventos y distracciones día tras día, pero ¿por qué hay ese nivel de necesidad de estímulos? ¿Por qué necesitamos de tantos estímulos que nos mantengan ocupados de manera permanente? Creo, que nada más es porque nos estamos acostumbrados y nos cuesta estar solos.

El ser humano existe para vivir con alegría su paso por la tierra, no para vivir con tristeza, sino para expresar entusiasmo, para celebrar la vida, y pereciera que se nos ha olvidado, y nos intimida cuando alguien nos lo recuerda con su alegría, con su entusiasmo. Como decía Marian Williamson en palabras que acuñara Nelson Mandela …” el ser humano realmente no tiene miedo a la oscuridad, el ser humano le tiene miedo a su propia luz” … Todo aquello que sea alegría, todo lo que es entusiasmo, nos recuerda la luz que hay en nuestro interior, pero pareciera que no sabemos asumirlo porque nos parece demasiado bonito como para ser real.

Junto a la felicidad, otra virtud que Gilda nos plantea, entrelíneas en la novela, es la humildad. Se trata de la mayor de las virtudes, la virtud madre podríamos decir, que paradójicamente, es la más compleja de sobrellevar de manera plena en la existencia del ser humano. Dicen que, para ser realmente humilde, las personas requieren tener mentalidad de iniciado, es decir, una persona puede ser un profesor titular o ejercer un alto cargo administrativo y su comportamiento es como el último de la fila. Te escucha como si fuera un mechón y cuando se equivoca, no busca culpables, sino que canaliza sus energías en averiguar la causa que ha provocado el error. Para practicar la humildad se requiere tener la mentalidad científica, interesada, curiosa, crítica, porque cuando una persona es humilde y se equivoca, está siempre dispuesta a reconocerlo, se deja asesorar, pregunta, escucha, pide auxilio y se deja ayudar. Nuestra habitual soberbia nos liquida y nos lleva casi siempre a externalizar las responsabilidades. Como canta Serrat “queremos que todo sea a nuestra medida”, queremos que la propia vida se ajuste a nuestros deseos. Quizá por eso, no somos capaces de fluir con la vida.

Consideraciones finales:

La primera cosa que me dejó preocupado al leer la novela, es el origen del virus. Cuidado con el Dr. Mario Núñez, hay que detenerlo en su experimentación con la levadura como pegamento para contrachapado de madera. (los alcances de la manipulación sobre la materia)

La segunda, y este es una preocupación para Paula, hija de Gilda y Álvaro, es que Gilda, ya tienen un nombre a su nieto: Daniel, y

La tercera y más importante -con esto termino-, que es parte del hoy, de nuestra realidad y no del 2040, es agradecer a Gilda su novela. Agradecer su capacidad intelectual, su sensibilidad artística, su capacidad de expresar en cada conversación, en cada línea escrita. La convierte en “una silenciosa –pero ruidosa- mujer que inspira” a toda nuestra comunidad universitaria. 

Muchas gracias

Concepción 13 de marzo 2024