La “creación de situaciones” en la vida urbana proclamaba la Internacional Situacionista en la década del cincuenta, donde el arte y la ciudad como escenario se fusionan para interpelar la pasividad de una incipiente sociedad del espectáculo. Lo anterior parece lejano y distante, sin embargo, algunos arquitectos y colectivos penquistas, a través de instalaciones temporales, parecen evocar el testimonio situacionista irrumpiendo cada cierto tiempo en Concepción.
Cómo crónica urbana. En 2001, Pezo von Ellrichshausen realiza los pabellones MXYZ; tres pequeños módulos para exposiciones en el Parque Ecuador, catalogado por sus autores como 42211011732 señalará el día de la semana, mes, año y hora exacta, de un momento irrepetible. De esto han pasado veinte años, pero este proyecto será la semilla de intervenciones futuras, como el pabellón 120 Puertas (32611031614), un laberinto espacial y amurallado por puertas negras en el mismo parque o la performance Temporal (63009061121) en la que 100 personajes uniformados con trajes de nylon amarillo se desplazaron por diferentes lugares de Concepción.
Por otro lado, lo nómade, lo comunitario, habitar el espacio público, el espacio común, son los temas recurrentes de República Portátil, colectivo de arquitectos y diseñadores que de vez en cuando sorprenden con instalaciones y performances. Quizá, la intervención más notable de este grupo es el Pabellón Deshabitado construido en la Plaza de Tribunales en 2012; una “caja negra” de 8 x 8 x 8 metros de estructura de andamios y recubierta con telas negras, en cuyo interior se proyectaba el cortometraje homónimo fusionando en tiempo y espacio cine, arte y arquitectura; donde además el grupo hizo carne su propuesta y activismo habitando la azotea de este pabellón por una semana. Otras intervenciones de este colectivo son Tele-Plaza (2007) en la Plaza de Arauco, Habitación Esencial (2014) en la Plaza Perú y Pabellón CCP (2016) en la Plaza Independencia.
Sobre la fragilidad del patrimonio, en 2007, la instalación (rojo)3, un cubo bermellón retroiluminado de 2.5 x 2.5 x 2.5 metros apareció durante cinco días en distintos lugares significativos de Concepción como el Edificio Tribunales, el Ex Teatro Enrique Molina, El Arco de Medicina, el Parque Ecuador y el Puente Viejo. Realizada por los arquitectos Cristián Tapia, Erwin Brevies y Alfredo Ortega, esta pequeña estructura ponía en valor el patrimonio arquitectónico de Concepción.
Si se trata de derivas urbanas, el colectivo Estudio Invasivo, desarrolló entre 2016 y 2017 Sesiones Arquetípicas, invitando a recorrer, explorar y registrar lugares en abandono como las ruinas del Mercado de Concepción u otros sitios en San Pedro de la Paz y Coronel para así habitarlos brevemente. Otro proyecto de este grupo es el Pabellón Lebulense (2016), construido en la Plaza de Lebu con la ayuda de carpinteros del lugar.
Una mirada -desde principios de este nuevo milenio- a este vaivén de situaciones urbanas, permite revelar otros imaginarios de la capital penquista y su devenir. Un Concepción temporal, espontáneo, lúdico, creativo y paralelo que diluye los límites entre lo imperecedero y lo efímero de la ciudad: el lugar donde arte y arquitectura parecen congregar(se) y traer aires de contemporaneidad.