Del 18 de marzo al 1 de abril fue exhibida “La Materia del Lugar”, muestra que reunió una serie de pabellones que mostraban la cultura local de 20 comunas periféricas de la región del Biobío. Estas localidades fueron elegidas por tener un carácter patrimonial y paisajístico relevante, donde cada propuesta buscaba potenciar el desarrollo turístico local, en un escenario post-pandemia.

Instalada en el Edificio del Centro de Investigación UBB, y financiada por un Fondo de Vinculación con el Medio Bidireccional Convocatoria 2021-22 de la Universidad del Bío-Bío, la muestra se dividió en dos partes: por un lado, se encontraban las maquetas de las referencias estudiadas por los/as alumnos que correspondían a construcciones anónimas, asociadas a la ruralidad o la industria, mientras que, por otro, a las maquetas finales de los pabellones propuestos. Ambas partes de la exhibición pretendían mostrar “la materia del lugar”.

Dictado por Ricardo Azócar y Carolina Catrón, los docentes cuentan que cada estudiante debió realizar un estudio previo de los elementos identitarios de estas localidades. Luego, cada uno tuvo que construir dos maquetas de construcciones que fueran representativas de las localidades, las cuales después serían las referencias para sus pabellones futuros.

“Estamos  contentos con los resultados del taller. Se cumplió a cabalidad el objetivo de proponer una serie de pabellones pertinentes para cada localidad, pero a la vez, sirvió para poder compilar un levantamiento de maquetas, objetos y construcciones que son identitarias de la región. Esto da como resultado un inventario muy sugerente de lo que muchos imaginamos o reconocemos de lo que es la Región del Biobío”, afirma el académico Ricardo Azócar. 

Por otro lado, los profesores consideran que fue muy importante esta exposición para promover que los/as estudiantes exhiban sus trabajos y así entender que la arquitectura es por esencia promotora de conocimientos. Asimismo, se genera un espacio de aprendizaje y conversación para compañeros/as de otros años y secciones, o personas ajenas a la arquitectura. “Esperamos poder concretar nuevas exhibiciones con nuestros futuros estudiantes para poder contribuir al quehacer disciplinar de la escuela, como el imaginario de personas que no son arquitectos o arquitectas”, concluye Azócar.