La fotografía, un invento nacido en Sudamérica. Por Alejandro Arros Aravena
Hércules Florence (1804- 1879) Uno de los precursores de la fotografía moderna.
El mes de agosto es el mes de la fotografía, esto debido que un 19 de agosto, pero de 1839 se inventaba la que fue conocida en aquel entonces como “daguerrotipo” en honor a su creador, el francés Louis-Jacques Daguerre. Curioso es que el mismo año y casi en paralelo se anunciaba en Inglaterra otro invento similar, cuyo autor fue William Henry Fox. Más curioso es aún, que seis años antes que estas invenciones cambiarán la historia, en Brasil el ciudadano francés Hercule Florence, quien había llegado a ese país en el año 1825 a través de la expedición Langsdorff, presentaba las pruebas de su invento denominado “photographie” antes de que incluso este término haya sido utilizado con el sentido que hoy le damos. Pero ¿por qué la historia lo ha acallado?, dándole anonimato absoluto a su nombre y a tan insigne invento, de este hecho curioso da cuenta el investigador Boris Kossoy en su libro titulado “Hercule Florence. El descubrimiento aislado de la fotografía”, el investigador pretende establecer las causas, orígenes y lógicamente, darle la voz a este ilustre inventor que incluso algunos años antes, en 1830 desarrolla su propio sistema de impresión denominado “polygraphie”. Kossoy para reconstruir esta historia recurre a los archivos, escritos y a la propia evidencia impresa que Florence generó. Una de las hipótesis planteadas por Kossoy de este silencio, es que Sudamérica en aquellos años era aún un territorio muy alejado desde París y esta ciudad era nada menos que la capital del mundo y centro del saber e intelectualidad de referencia para occidente, ahí habitaban: Víctor Hugo, Alexandre Dumas, Stendhal, Chopin, entre muchos otros. En atención a estos hechos, para Europa un invento de este lado del mundo indudablemente carecería de “episteme”.
Mucho se ha escrito en estos casi dos siglos sobre fotografía. Desde la mera pulsión por fotografiar lo que sea, como se preguntó la escritora Susan Sontag y Vilém Flusser, o un análisis más elaborado del goce estético que produce en espectadores al ver una fotografía artística, o aquella sensación íntima denominada “punctum” como bautizó el semiólogo francés Roland Barthes al acto que nos conmueve al ver una fotografía. Con la llegada del siglo XXI, la tecnología abrió posibilidades y en esta acción logró democratizar el acceso a la fotografía, tanto así fue que casi se ha eliminado a la cámara fotográfica reemplazando progresivamente por el teléfono celular, no obstante, aún mantenemos el nombre propuesto por Florence, el de fotografía. El crítico de arte John Berger señala en un ensayo titulado “Un séptimo hombre” que la fotografía es el medio de transporte donde viajan los ausentes, Berger confiesa haberse encontrado con un amigo en sueños preguntándole ¿Viniste en fotografía o viniste en tren? Berger explica que al ver una fotografía se revive de su constante espera. Federico Galende explica esta definición como la figura que desciende en el andén y apoya el pie en el momento aquel que se traspapeló en el tiempo. La fotografía es un medio de transporte y la expresión de una ausencia, esta ausencia que saca del sueño a Hercule Florence y su significativo aporte a la humanidad.