Historia

Aprender haciendo, medio siglo de historia de una Facultad en permanente crecimiento

La historia de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño UBB posee un rico relato de hace más de un siglo, en el que cuatro carreras han sido decisivas para el desarrollo de la creación, no sólo en la región y en el sur del país, sino que en toda su extensión. Cada una de las carreras que forman parte de la Facultad ha surgido en momentos claves, asociados a procesos socioculturales y políticos, estando además relacionadas con nuevas tecnologías y visiones que han dado dinamismo al desarrollo universitario manteniendo siempre un enfoque local, relacionado con el territorio y con una firme postura respecto al valor de la educación pública con la presencia del rol estatal a lo largo de la historia. La historia de la Universidad del Bío – Bío está marcada por una serie de procesos de fusión y transformación de instituciones que derivaron en la actual institución.

Es preciso destacar que los orígenes de lo que actualmente conocemos como “UBB”, en Concepción, se encuentran en lo que fue la Universidad Técnica del Estado, entidad de carácter público y nacida en 1947 luego de la fusión de varias escuelas industriales y técnicas del país, en un proceso que tomó varios años y surgido en el gobierno de Gabriel González Videla. En el caso particular de Concepción, la antigua Escuela Industrial, ubicada en el sector Puchacay, próximo al Estero Nonguén y que a su vez derivada de la antigua Quinta Normal de Concepción, se transformó en la sede penquista de la Universidad Técnica del Estado. El sencillo campus, compuesto por modernos edificios proyectados por la arquitecta María Cristina Suazo en la década de 1940, albergó talleres que formaron varios artesanos, fundidores y técnicos en general. Esculturas como el controversial Pedro de Valdivia retirado de la Plaza Independencia o la réplica del Caupolicán de Nicanor Plaza ubicada en el acceso a la universidad fueron fundidas en la antigua escuela.

Son más de 50 años en los que las carreras que forman parte de FARCODI han pasado por momentos altos y también bajos, en los que los docentes y los equipos de trabajo muchas veces se plantearon y discutieron el “cómo” llevar adelante carreras universitarias. Cada una de ellas en sus inicios debió enfrentarse a la pregunta del “cómo enseñar” o “cómo” nos diferenciamos del resto de las universidades o institutos. Cuestionamiento que con los años se transformó en sellos de cada una de las carreras, todas nacidas de inquietudes, de pruebas y errores, de vocaciones por enseñar, de compartir y comunicar, recibiendo el aporte de profesionales llegados desde diversas áreas y múltiples orígenes, formando un génesis diverso y pluralista. En este casi medio siglo de historia, la lista de trabajadores que han sido parte de ella es extensa y cada uno ha dejado su huella, desde la docencia al trabajo administrativo.

“Aprender haciendo”, una frase mencionada por muchos profesores que llegaron a trabajar en los albores de las carreras, sin tener mucha claridad en cómo enseñar o cómo abordar ciertas temáticas. Las cuatro carreras pasaron por ese proceso, en una era además donde el sistema universitario era diferente a lo que conocemos hoy, alejado de la competencia académica, de magísteres, doctorados y publicaciones científicas periódicas. Otro contexto por lo demás, Diseño Industrial, nació en un momento en que la Universidad del Bío – Bío ya existía como institución ya unida entre las ciudades de Chillán y Concepción, no así lo ocurrido con Ingeniería en Construcción o las primeras dos carreras: Arquitectura y Diseño Gráfico, las cuales se fueron desarrollando a partir de las transformaciones que se vivían tanto en Universidad del Bío – Bío, como en el resto del país.

Creación de Diseño Gráfico

Arquitectura y Diseño Gráfico son las carreras más antiguas de FARCODI. Ambas fueron fundadas en 1969 pero con diferentes enfoques, diferentes ciudades y al alero de diferentes universidades. Tanto Arquitectura como Diseño Gráfico, surgieron en medio de un agitado contexto político y sociocultural para las universidades, sintiendo aún los efectos del mayo francés y de las constantes reformas universitarias que afectaron a varias instituciones latinoamericanas. Las universidades estatales fueron parte de esos cambios y tanto la Universidad de Chile como la Universidad Técnica del Estado fueron protagonistas de ese momento hasta 1973 cuando producto del quiebre en el país producto del Golpe de Estado y posterior instauración de la Dictadura cívico – militar que imperó en Chile hasta 1989, ambas carreras vivieron transformaciones sustanciales, teniendo a docentes y alumnos involucrados en hechos violentos como detención, tortura y exilio.

Mucho antes de la creación de lo que conocemos hoy como UBB, el campus Chillán de la Universidad de Chile se transformó en un espacio de reflexión y de acción para las carreras existentes y en 1969 se fundó en él la carrera de Diseño Gráfico, surgida como una reacción a la consolidación del diseño en la escena creativa nacional. Antecedentes claros de esto son por ejemplo la creación del taller de diseño de la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1967, experimental iniciativa que a su vez nace de la búsqueda por espacios creativos en un momento clave dentro de la historia gráfica nacional. Fue en la década de 1960, después de más de medio siglo del trabajo constante de artistas en materia gráfica, el diseño traspasa las universidades y se transforma en una disciplina de carácter profesional. En el caso de la Universidad de Chile, se creó el Departamento de Diseño, como consecuencia de la reestructuración de la Escuela de Artes Aplicadas, producto de la Reforma Universitaria.

La carrera de Diseño Gráfico en Chillán se destacó por la presencia de creativos como el pintor Luis Guzmán, quien ya llevaba una destacada carrera plástica a pesar de su corta edad. Guzmán trabajó además en paralelo en la carrera de Artes Plásticas y siempre tuvo un enfoque que llevó a inspirar a los estudiantes a crear y estar conectados con el territorio. En ese sentido, la relación docente – creativa, estuvo notoriamente marcada por la búsqueda de un lenguaje común y acorde con la realidad sociocultural imperante. Guzmán sacó a los estudiantes a conocer poblados y técnicas creativas como la cerámica, el grabado o la pintura, estableciendo diálogos con la gente, aspectos que él mantuvo por su casi medio siglo asociado a la formación de diseñadores.

Creación de Arquitectura

Fue en la Sede Concepción de la Ex UTE donde en 1969 se fundó la carrera de Arquitectura, de la mano de nueve profesionales penquistas que decidieron crear un proyecto educacional cuyos antecedentes aparecieron en 1963 en la Tercera Convención Nacional de Arquitectura llevada a cabo en la antigua Municipalidad y liderada por el entonces presidente de la Delegación Regional del Colegio de Arquitectos, Osvaldo Cáceres González. Fue Cáceres, junto a los arquitectos Roberto Goycoolea Infante, Augusto Iglesias Barrios, Alejandro Rodríguez Urzúa, Alejandro Durán, Víctor Lobos Lápera, Pedro Tagle y los artistas visuales Iván Contreras y Eduardo Meissner, quienes formaron el núcleo fundacional de la carrera de Arquitectura en Concepción, la cual inició sus actividades en 1969. El crear una escuela de arquitectura en el sur del país, respondió a la necesidad de formar profesionales en una zona que estaba en una constante renovación sostenida desde la década de 1950, acrecentada por la expansión urbana de ciudades, el aumento demográfico y por supuesto los efectos de los terremotos de 1960, catástrofe que redefinió el paisaje urbano de ciudades como Concepción, Temuco, Valdivia o Puerto Montt.

Concepción en aquel entonces vivía un periodo de transformación considerable, en el que todos los arquitectos fundadores tenían un protagonismo considerable, desarrollando importantes obras que hoy son parte del patrimonio urbano penquista. Asimismo, el clima cultural de Concepción era intenso, con una importante influencia de la Universidad de Concepción, la cual, a través de eventos como las Escuelas de Verano, asociaba a arquitectos, artistas visuales y creadores en general en un clima donde la expresión y la diversidad de pensamiento se respiraba constantemente en la ciudad. La obra de Iván Contreras y Eduardo Meissner como artistas visuales fue parte de este contexto, desarrollando exposiciones sucesivas y siendo parte de eventos diversos en la ciudad. Meissner por su parte se convirtió en un profesor que casi cuatro décadas se mantuvo como docente de Arquitectura, brindando una mirada diferente a la formación arquitectónica e inyectando un panorama creativo, a pesar de ser odontólogo de profesión.

Creación de Ingeniería en Construcción

La carrera de Ingeniería en Construcción, surgió en la primera mitad de la década de 1980, cuando el concepto UBB, era reciente, luego de la transformación de la otrora Universidad Técnica del Estado en lo que conocemos hoy como nuestra institución. Esta carrera, que contó con el trabajo fundacional del constructor César Palacios invitado por Víctor Lobos, apareció en un especial contexto para la construcción en Chile, en medio de una crisis económica y exploraciones diversas en técnicas constructivas, puestas a prueba con el terremoto de 1985.

Concebida como una carrera que apelara mucho más allá de la construcción tradicional, el enfoque dado por Palacios se tradujo en la definición de Ciencias de la Construcción, título conferido a los licenciados de la carrera y concepto que caló hondo en el escenario de la construcción en Chile. Desde sus inicios, la carrera de Ingeniería en Construcción se transformó en un aporte necesario a Arquitectura, carrera que ya contaba con el trabajo de docentes como Ricardo Hempel o Gerardo Valverde, profesionales que habían explorado esas temáticas, estableciendo un vínculo directo con la investigación, la cual continuó con Palacios, quien a su vez, en su vasta trayectoria, aprendió de diversos materiales y técnicas tanto en Chile como en el extranjero, manteniendo contacto con otras universidades e internacionalizando la carrera.

Durante la década de 1980, la ciudad de Concepción experimentó la puesta en práctica de un nuevo Plan Regulador, el cual, si bien se opuso al previo en varios aspectos, determinó la construcción de nuevas tipologías habitacionales e institucionales, las que sirvieron también como un campo de aprendizaje para los estudiantes de la carrera que paulatinamente se abrió camino en la ciudad. Con el pasar de los años, nuevos docentes, (entre los cuales varios ex alumnos como la actual Directora, Grecia Avilés), ingresaron a la escuela dejando su huella y carácter personal, coincidiendo además con la aparición de nuevas tecnologías y materiales. Tal como ocurrió con Diseño Industrial, carrera que se vio ampliada con la construcción de un edificio propio que cuenta con salas y equipos como cortadoras y máquinas diversas, Ingeniería en Construcción cuenta con materiales en hormigón y acondicionamiento ambiental. Asimismo, la carrera ha sido importante en procesos relevantes como lo ocurrido con el terremoto del 27 de febrero del 2010, donde varios profesionales, tanto docentes como alumnos y ex alumnos, trabajaron como apoyo técnico en diversas labores producto del sismo.

Creación de Diseño Industrial

La carrera de Diseño Industrial, la más joven de FARCODI, surgió en un momento decisivo para el país, la década de 1990, una era llena de sueños y anhelos post Dictadura, donde la democracia se vivía como un ideal y al mismo tiempo las nociones de diseño y proceso creativo se aliaron con tecnologías renovadas y el paulatino auge de la computación. Profesores como Patricio Morgado o Rodolfo Baksys, imprimieron sellos venidos desde la arquitectura y el diseño, moldeando una sensible manera de crear, estableciendo lazos directos con el territorio, llevando a estudiantes a la calle, a pueblos, campos, mar y cordillera, estableciendo diálogos directos con usuarios y detectando problemáticas que podrían ser solucionadas con el diseño industrial.

La coexistencia de la carrera con otras como Arquitectura, se hizo notar, manteniendo un estrecho lazo colaborativo, que si bien se ha distanciado producto de temas físicos como el no compartir un edificio, hoy se puede ver incluso a través de los ex alumnos que mantienen vínculos con otras profesiones. Asimismo, los ex alumnos UBB han diversificado las expresiones del diseño industrial, trabajando en diversos ámbitos, desde la docencia, siendo varios actuales profesores ex estudiantes a la creación de empresas o equipos de trabajo cuyo espectro no es solamente local sino nacional.

El trabajo en diversos materiales como la madera, el metal y la piedra, siempre con un enfoque funcional y apelando a necesidades actuales y de la gente se han hecho notar en la trayectoria de la carrera y el reconocimiento externo de Diseño Industrial UBB, también se ha construido a partir de la misma experimentación legada por los docentes que desde los inicios han trabajado en ella.